La Policía intervino en una disputa violenta entre integrantes de comunidades gitanas que se habían tomado a golpes de puño en la noche del domingo en la ciudad de Forres. Los graves incidentes resultaron con la aprehensión de 6 personas, uno de ellos herido de un disparo en cuello y un uniformado con lesiones en su pierna.
De acuerdo a fuentes policiales, un llamado anónimo alertó al personal de la guardia de la Comisaría 52 de un incidente en el asentamiento de la comunidad gitana emplazado a la vera de la Ruta Nacional N°34, en el acceso a la ciudad del departamento Robles, donde alrededor de 20 personas dirimían sus asuntos a golpes de puño.
Precisamente, cuando los efectivos llegaron al lugar, observaron que hombres, mujeres y menores, peleaban unos contra otros, se arrojaban piedras y palos mutuamente, e incluso uno de ellos efectuó varios disparos de arma de fuego, impactando a uno de sus eventuales contrincantes, el cual fue trasladado por los mismos integrantes de su comunidad al Hospital zonal.
Los policías, al verse superados en número por los protagonistas de la gresca, dieron el alerta a sus pares la Prevención de la Departamental Nª8, quienes presurosos y a los pocos minutos llegaron para apoyar a sus camaradas.
Así, y tras consultar a la fiscalía de turno, fue como los policías intervinieron en los incidentes para poner fin a la disputa y se produjo la aprehensión de 5 hombres cuyas edades oscilan entre los 23 y los 37 años y 1 mujer de 29, los primeros por provocar los disturbios y la última por agredir a un uniformado cuando éste ya había reducido a uno de los revoltosos.
Finalizada la batalla campal y con el retorno de la calma al lugar, los apresados fueron conducidos a sede policial por orden de la fiscal de turno por los Departamentos Banda y Robles, Dra. Natalia Saavedra, donde quedaron alojados y fueron debidamente identificados, todos pertenecientes a la comunidad gitana y al menos dos de ellos procedentes de Chaco y los restantes con domicilio a la vera de la Ruta 34, en Forres.
Además se produjo el secuestro de un revólver calibre 22, marca Pehuén, el cual le fuera arrebatado a uno de los iracundos de 29 años, en el fragor de la pelea, por personal policial, arma con la cual el aprehendido le habría provocado una herida en el cuello a uno de sus oponentes de 37.
Por su parte, cómo se trató de un incidente de grandes proporciones, los involucrados fueron examinados por el médico de Policía, presentando algunos golpes, lesiones cortantes que demandaron puntos de sutura y magulladuras propias de la pelea, sin gravedad alguna. En tanto, quien recibiera el disparo, sólo presentaba lesiones superficiales en la piel y sin cortes, detrás de la oreja derecha.
Una vez finalizadas las actuaciones se informó a la Justicia de turno sobre los pormenores del caso y del accionar policial, disponiéndose que los apresaos continúen en calidad de aprehendidos alojados en la Comisaría y que se guarde la cadena de custodia del arma utilizada y secuestrada oportunamente.